Formación de obreros.

 


Por Jorge Himitian.

Según 1° y 2° Timoteo y Tito

El estudio que haremos a continuación no es exegético sino temático basado en estas epístolas y tomando como base la formación de estos obreros: Timoteo y Tito.

En Hech: 15: 36 – 41 figura un entredicho entre Pablo y Bernabé que muchas veces trajo consternación a mi corazón. Los apóstoles llegan a tener tal entredicho entre ellos que se separan, y lo hacen por un discípulo: el joven Juan Marcos. Sin entrar en detalles en el tema, este discípulo los había dejado en el medio del camino (quizás porque no le gustó el nuevo liderazgo de Pablo, siendo él sobrino de Bernabé, Hech: 13:13).

Pablo, comienza entonces su segundo viaje misionero acompañado por Silas y quizás con mucha reflexión vuelve a elegir a otro joven: Timoteo, el que llegó a ser su ¨hijo en la fe¨.

Timoteo vivía en Listra, una pequeña ciudad de Licaonia, en Asia Menor, hacia donde Pablo salió con Bernabé en su 1ª viaje misionero. Los apóstoles, luego de estar en Iconio (Hech:14:5-7) con mucho éxito (v:1) tuvieron que escapar porque unos judíos iniciaron una revuelta contra ellos y se dirigieron hacia Listra y Derbe.
Timoteo se convierte en Listra en el 1ª viaje misionero de ellos (Hech: 14: 8.23). Pablo le dice luego: ¨ ... tu has seguido ... mis padecimientos... en Listra...¨ 2ªTim: 3:10

Algunas características de Timoteo:

· Madre judía, padre griego (Hech: 16:1.3)
· Conocía desde la niñez las S. Escrituras (2ªTim: 3:15). Puede ser un factor importante en la decisión de Pablo al elegirlo a pesar de su corta edad.
· Los hermanos daban buen testimonio de él. Hech. 16:2
· Su carácter:
. tímido (Pablo siempre lo está animando). Le dice: ¨... no nos ha dado Dios espíritu de cobardía...no te avergüences ...¨ (2ª Tim: 1:7-8)
. Joven y susceptible por eso. ¨... nadie tenga en poco tu juventud...¨ 1ª Tim: 4:12
Algunas personas que tienen estas características se marginan (o son marginados) rápidamente. No fue así con Timoteo.
· Fiel y leal (2ªTim: 2:2)
· Físicamente no muy fuerte (1ªTim: 5: 23)
Resumidamente:
1ª Timoteo
Texto clave: ¨... sepas como conducirte en la casa de Dios...¨
¨ Está orientada a corregir ciertas doctrinas erróneas, herejías, etc.
¨ Instruir en cuanto a la organización interna de las comunidades, sus pastores, diáconos.
¨ También hay algo sobre el cuidado que Timoteo debe tener acerca de sí mismo y de cómo desarrollar su ministerio.
2ªTimoteo
Texto clave: ¨...procura con diligencia presentarte a Dios aprobado...¨2:15
No se habla de la organización de la Iglesia, es de un tono mucho más personal. La última carta de Pablo, un llamado de afecto de Pablo para que Timoteo viniera a visitarlo. Revela más su corazón que su intelecto, se muestra tierno, cálido y cariñoso. Es una nota personal que contiene el testamento del apóstol.

CINCO AREAS PRINCIPALES DE ESTUDIO

1) Cualidades básicas de un obrero.
2) Cualidades de carácter.
3) Cualidades espirituales.
4) Cuidados personales.
5) Cualidades ministeriales.

Cuando miremos estas cualidades no se debe tomar como un test de aprobación y sentirnos descalificados, sino mirarlo en un plano de construcción. Pablo escribe para edificar, no para descalificar. De paso, edificar es poner lo que falta.
Fil: 1: 6 no habla de perfección (Teleios). No una perfección absoluta como se entiende en castellano, sino algo completo, algo que llegó a un punto de maduración, de desarrollo, completamente crecido. Ej. del bebé: ¿cómo está?: Perfecto. Col: 1: 28-29.

¿QUIÉNES SON OBREROS?

· Todos, no sólo los que dirigen, pues todos somos sacerdotes, del apóstol recién bautizado. 2ª Tim: 1: 9, 1ª Ped: 2: 9. Cuidado con la idea de laicado y clericado que tanto mal ha hecho a la iglesia.
· No todos funcionan así,
. algunos porque no saben que son obreros, hay que enseñarles.
. otros no han sido preparados, no saben hacer la obra.
. otros son nuevos y todavía no saben hacer la obra.
. otros son viejos y tampoco han sido preparados.
. otros no quieren funcionar, no quieren involucrarse.
Todos somos obreros, algunos en función, otros en formación y otros duermen.

1) CUALIDADES BASICAS DE UN OBRERO

Hech: 16: 1-3
A) Ser un DISCÍPULO de Jesús. 

Todas la cualidades de Luc: 14: 25-33. No hay un vagón de 2ª clase.

B) Tener BUEN TESTIMONIO de los hermanos.

El buen testimonio no se forma de golpe, requiere tiempo. Muchos pueden en el impacto de un momento sentir transformación, pero cuando la buena conducta perdura, persiste, cuando la gracia, el amor, la santidad se mantiene, entonces la gente verá el cambio y cuando esto suceda serán impactados y darán buen testimonio de él.
1ª Tim: 3: 7 habla del buen testimonio necesario para el anciano, para que no caiga en descrédito y lazo del diablo.

C) ESTAR BAJO AUTORIDAD. (En sujeción)

Hech: 16: 3 dice que Pablo quiso que fuese con El y Timoteo lo hizo. El no sólo estaba bajo la autoridad del Señor sino también bajo la autoridad de los ministerios mayores. El se sujetó a la autoridad de Pablo.

NINGUNO QUE NO ESTE BAJO AUTORIDAD PUEDE SER EDIFICADO.

V. 3: ¨... y tomándole le circuncidó por causa de los judíos...¨
Es fácil decir que Cristo es mi Señor, pero cuando viene el momento de sujetarse, ¿Cómo actuamos? Sujetarse a lo que estoy de acuerdo es fácil, lo difícil es hacerlo cuando no estoy de acuerdo, cuando me duele. ¿Estaríamos dispuestos a renunciar a nuestras carreras, oficios, estudios, sueños de familia, etc., como quizás lo hizo Timoteo?

Pablo quiere que vayas con él, ¿qué harías?. Seguramente Timoteo tenía en Listra su oficio o estudio, metas, familia, pero renunciando a esto, se unió a Pablo. Timoteo seguramente vio cómo primeramente Pablo y Bernabé fueron exaltados en Listra y luego cómo Pablo fue apedreado y dejado muerto en el basural de la ciudad. ¿Estarías dispuesto a unirte a un equipo así?

Para Timoteo no era una aventura, sino era tomar la cruz. Cuidado cuando alguien siente el llamado a la obra porque es una mejor opción económica o un mejor camino para su realización personal. No va a prosperar.
Muchos no crecen porque no están bajo la autoridad de nadie.
v.3 : Timoteo te tengo que circuncidar...
¡QUE! ¿Estás loco? ¿El Señor me pide eso?. ¿Es un mandamiento?: No, te lo pido yo. ¿Por qué?. No tenés necesidad de ser circuncidado, pero en muy bueno para que no haya tropiezo en la obra que emprendemos pues iremos a las diferentes sinagogas de las ciudades y van a saber que eres hijo de padre griego. Ya hay demasiado escándalo por Cristo entre los judíos, hay muchos que se oponen y resisten. No agreguemos un estorbo más. Circuncidate.
Sujeto y dispuesto, cualidades básicas.

D) SER ABNEGADO.

Es la disposición a sufrir, trabajar, a servir. El había visto a Pablo sufrir a la llegada a Listra y sabía que se exponía a lo mismo.
Es una condición básica para ser un obrero del Señor: el que le gusta lo cómodo, la vida tranquila, el que no está dispuesto a sufrir que no se meta en la obra.
Muchos no avanzan porque no están dispuestos a sufrir (especialmente en este tiempo). La obra tiene su parte honrosa pero también es necesario el sufrimiento en la misma. A algunos sólo les gusta figurar, hablar en público, ocupar lugares importantes, ser reconocidos.

2ªTim: 2: 1-13. ¨... esfuérzate... sufre penalidades (trabajos)... lucha... trabajar...sufro penalidades a manera de malhechor...todo lo soporto por amor de los escogidos para que ellos obtengan la salvación...¨
En estos tiempos ha habido mucho énfasis sobre la familia, el trabajo, la crianza de los hijos, la prosperidad, etc, que eran valores que no estaban claros dentro del pueblo de Dios y el Señor los afirmó, pero habrá que equilibrar pues para que haya expansión en nuestra ciudad, ciudades vecinas y hasta lo último de la tierra, debe haber abnegación.

E) MANTENER UNA BUENA CONCIENCIA.

1ª Tim: 1: 5
La fe no fingida y el amor verdadero, fluyen de un corazón limpio, y para poder mantener nuestro corazón limpio debemos obedecer a la buena conciencia.
Tener buena conciencia significa que estamos en orden con lo que sabemos, cuando pecamos, la conciencia nos molesta. (ojo que la conciencia se puede cauterizar, adaptar)

v. 19-20. Tener un problema de conciencia y no arreglarlo es como tener un agujero en el barco. Al principio todo sigue igual, el barquito sigue flotando, seguimos orando, predicando, enseñando, pero el agua sigue entrando, hay un problema que arreglar. El desechar la buena conciencia significa que un día yo me acostumbro a no ser sincero, a fingir y llega un momento que el barco se hunde, naufraga la fe.
1ªTim: 3: 9 ¨... guardar el misterio de la fe con limpia conciencia...¨
2ª Tim:2: 15. ¨... a Dios aprobado...¨, no a los hombres. No hay de qué avergonzarse. ¿Hay algo en mi vida que si los hermanos más cercanos supieran me avergonzaría?

2) CUALIDADES DE CARÁCTER

1- Introducción: Carácter - Personalidad.

En estas epístolas hay mucho material en cuanto a cualidades de carácter. Leyéndolas, observaremos que Pablo se pone de ejemplo ante Timoteo, y le dice (también a Tito) que ellos deben ser depositarios de esas cualidades. También les habla de las cualidades que tienen que ver en los futuros presbíteros (ancianos) o pastores, puestos tienen que ser ejemplos de la grey. Por lo tanto, las cualidades de carácter que vamos a analizar son las características que Dios pide a toda la Iglesia. Dios quiere tener muchos hijos iguales a Jesús (Rom. 8:28-29).

La palabra bíblica por carácter es imagen. Cuando en Heb. 1:1-3 dice “la misma imagen de su substancia...” está hablando de carácter. Por lo tanto, cuando hablamos de carácter, hablamos del conjunto de virtudes y defectos que caracterizan (conforman el carácter) de una persona. El carácter es diferente a la personalidad. La personalidad está conformada por aquellas características de la persona que no necesitan ser cambiadas o removidas. Una persona puede tener una personalidad y otra persona otra personalidad totalmente diferente, uno puede ser sanguíneo, otro melancólico, tiene que ver con nuestro temperamento.
Dios no quiere cambiarnos la personalidad, pero entendamos que personalidad tiene que ver con aquellos atributos de una persona que no son contrarios a la Palabra de Dios, que no entran en conflicto con las enseñanzas de las Escrituras, que no van en contra del carácter de Dios. Alguien puede ser muy efusivo en su manera de ser, otro muy tranquilo, pero ninguno de ellos, por ello, es más o menos santo.

Pero cuando hablamos de carácter, por lo menos en nuestro medio, en nuestro contexto cristiano, o sea tratando de analizarlo desde un punto de vista bíblico, al hablar de carácter, nos referimos a aquellos rasgos de nuestra manera de ser que tienen que ser cambiados para que cada uno de nosotros llegue a tener la imagen de Cristo (o sea el carácter de Cristo).

Cuando Dios creó al hombre lo hizo a imagen y semejanza de Él. Esto no quiere decir que Dios tiene ojos, brazos, etc. como nosotros; sino que creó al hombre con su misma manera de ser, o sea con su mismo carácter. ¡ Y eso es lo que Dios quiere reproducir en nosotros !
Analicemos algunos pasajes:

1 Timoteo 3:1-13 La mayoría de los requisitos son de carácter, uno sólo es ministerial, que sea apto para enseñar. También, al requerir que sean irreprensibles, no está pidiendo que sea inmaculado, sino que no tenga nada en su vida para ser reprendido.
4:12 Ejemplo: del griego totus, que significa modelo, que puede copiarse con solo mirarlo. Le pide a Timoteo que sea ejemplo en:
- Palabra: Lo que digo
- Conducta: Lo que hago
- Amor: Como soy
- Espíritu: Fervor espiritual
- Fe: Lo que creo
- Pureza: Santidad
6:11 “Estas cosas...” Se refería al amor al dinero, que es raíz de todos los males y todas sus nefastas consecuencias.
6:17-19 No altivos, generosos, ricos en buenas obras.
2 Timoteo 2:22-26 Otra vez, abundancia de cualidades de carácter y entre ellas una cualidad ministerial: didakticos (apto para enseñar)
Tito 1: 5-8 La expresión ganancias deshonestas otros lo traducen como ganancias rápidas
Tito 2: 2-17

En todos los pasajes leídos se observa el espacio y la extraordinaria importancia que Pablo le daba a los rasgos de carácter ¿Cómo andamos en ellos...? Y no solo hay abundancia de estos rasgos en estas epístolas, sino en todo el Nuevo Testamento. ¡Podemos encontrar alrededor 108 cualidades de carácter...!

Pero se podrían resumir en 16 cualidades básicas y estas dieciséis en una sola: SER COMO JESÚS

2-Principales cualidades de carácter
Enumeremos estas dieciséis cualidades o rasgos de carácter:
1-Humildad
2-Mansedumbre
3-Paciencia
4-Dominio propio (equivale a templado, sobrio, moderado. Lo contrario es: intempestuoso, iracundo, liviano, glotón, murmurador, gritón, violento, etc.)
5-Amabilidad ( Equivale a afable, benignidad, dulzura)
6-Misericordia (igual a compasivo, perdonador, piadoso, reconciliador)
7-Amor (servicial, generoso, dadivoso, desprendido, hospedador. El hospedar es un servicio, hay que tener amor para hacerlo con alegría y sin murmuraciones. Lo contrario es el egoísmo, aquel que quiere todo para sí, que busca su propia comodidad, su propia fama, su propia riqueza)
8-Respetuoso (que la familiaridad no quite la cortesía)
9-Diligencia (laboriosidad, trabajador)
10-Responsabilidad (cuando a alguien se le encomienda algo, lo hace; y uno se puede quedar tranquilo. Pablo encomienda a Timoteo y Tito tareas difíciles y ellos las cumplen. Eran personas responsables. Cumplen la tarea, no empiezan a explicar porque no la pueden hacer)
11-Fe-Firmeza (Valiente, estable, confía en Dios, su fe está afirmada. Es una virtud fundamental. Lo contrario: flojo, timorato, cobarde, inestable, el temeroso, el que fluctúa constantemente, el inseguro)
12-Gozo (Alegría para siempre, alegría de ser hijo de Dios. El que no tiene gozo no puede contagiar nada, ni fe ni palabra ni nada. El gozo verdadero nace de nuestra forma de vivir, de nuestro fervor espiritual, cualquiera sea la circunstancia. Debe ser parte de nuestro carácter como fruto del Espíritu en nuestra vida y no algo ocasional )
13-Justicia (Rectitud, santidad, pureza, limpio de corazón)
14-Honestidad (Honradez, transparencia, sinceridad, integridad)
15-Sabiduría (Prudencia)
16-Decoro (Esto implica prolijidad, decencia, pudor, aseo, limpieza, orden, dignidad en toda su manera de ser)

3- Áreas de aplicación.

Analicemos, ahora, cinco contextos diferentes en donde estas cualidades se deben manifestar. Pues si nos preguntamos, para examinarnos ¿tengo humildad o no...? ¿cómo está mi amor...? Para tener una correcta evaluación es necesario observar el desarrollo de estas cualidades en diferentes contextos:

A) En la familia: La que mejor me conoce como soy es mi esposa, los que más me conocen son los que están más cerca. Para poner la nota en nuestro boletín de calificaciones se lo podemos entrega as nuestra esposa, hermanos, padres, hijos, etc. No para condenarme, sino para ver en que áreas específicas Dios tiene que construirme, edificarme, transformarme.
Es principalmente en este ámbito donde Dios quiere tratarme. En este marco específico que es la familia, necesito ser humilde, tener dominio propio, ser manso, ser paciente, ordenado. Es aquí donde casi todo sale a la luz.
Hay 4 características principales que tiene que tener el amor del marido a su esposa (Col. 3:19):
Amabilidad: Amor que el hombre expresa a su mujer en amabilidad
Abnegación: El marido que es servicial, que se niega a si mismo, que no es egoísta, que no es cómodo, sino que tiene una actitud de entrega hacia su mujer.
Comunicación: El hombre que es comunicativo con su esposa.
Protección y amparo: Teniendo en cuenta que es la mayor necesidad sicológica de la mujer
Además, de parte de la esposa a su marido debe haber:
Humildad: Para poder sujetarse a su marido que es su cabeza. Una característica del orgulloso es que se rebela contra toda autoridad.
Mansedumbre: Esta gracia del Espíritu es necesaria para que se sujete con fe, con alegría, con el Espíritu del Señor.
Estamos hablando de una sujeción que es expresión de unidad, como si la esposa dijera: “Querido, soy uno contigo...”. Sujeción que significa apoyo, donde se suma su vida, su voluntad, su actitud para juntos poder desarrollar la familia y juntos llevar adelante la obra del Señor.

En cuanto a los hijos, la responsabilidad de los padres es criarlos en disciplina y amonestación del Señor, no haciéndolos enojar. Asimismo, los hijos deben honrar a los padres. Honrar es dar valor, dar honor, valorar, dignificar, requiere obediencia (Efesios 6: 1-2)

B) En el trabajo: Aquí también aparecen las cualidades de carácter. ¡En las reuniones son todos santos...! Pero si llevamos algún hermano con nosotros al trabajo... tal vez aparezcan algunos problemas.
Algunos dicen y ya concluyeron que: “Con los hermanos mejor no trabajar...” Y hacen como la avestruz y esconden la cabeza en la arena. Así nos engañamos a nosotros mismos. Si con los hermanos no podemos trabajar es porque estamos mal. Y debemos edificar una Iglesia donde si podamos trabajar con los hermanos, donde Cristo se manifieste entre nosotros a través del trabajo.
En este ámbito aparece:
- el que es rebelde y se retoba - el generoso
- el que es respondón - el justo
- el que es irresponsable - el injusto
- el que es avaro: que paga poco.

El trabajo es un área de intensa relación y donde surgirán los problemas de carácter. Y es en esta área donde debemos hacer docencia, formarnos nosotros y orientar a los demás
El trabajo puede ser de la mujer o del hombre. Dentro de la casa o fuera de la casa. Si lo que nos caracteriza es la dejadez, el abandono, la suciedad, el trabajo de mala gana, quejándose, protestando; todo esto va indicando falencias de nuestro carácter.

Hay en general una actitud negativa frente al trabajo, especialmente en nuestro país. La mayoría mira al trabajo como una maldición, todos quieren ganar más pero no se preocupan por producir más. El trabajo no es una maldición, no se produjo como consecuencia de la caída del hombre, Dios puso a Adán en el huerto de Edén para que lo labrase antes de la existencia del pecado. Dios trabajó seis días y descanso uno, y creó al hombre a su imagen y semejanza. Por eso quiso que el hombre trabaje seis días y descanse uno. El trabajo no denigra al hombre, ningún trabajo si es honroso. El ocio es lo que denigra y deshonra la imagen de Dios en el hombre, porque Dios no es ocioso (Juan 5:17)

Necesitamos, entre nosotros, una revalorización del trabajo. Y además, en esta área concreta, formar nuestras vidas y la de los discípulos que vienen detrás.

C) Todo lo que tenga que ver con el sexo: Nuestra conducta frente al sexo revela mucho de nuestra rectitud moral, o de nuestra impureza de corazón.
El sexo es puro y santo y reservado exclusivamente para el matrimonio. Pero muchas veces hay deformaciones que vienen de la niñez, tanto de conceptos, sentimientos y prácticas. Y esas deformaciones las arrastramos cuando llegamos al Señor.

Dios quiere pureza en esta área de nuestras vidas. Pablo le dice a Timoteo “Huye de las pasiones juveniles” (2 Tim. 2:22). Esta rectitud y santidad moral no solo tiene que ver on no tocar la mujer de otro, no solo tiene que ver con guardarnos vírgenes para el matrimonio, sino que también tiene que ver con nuestros pensamientos, con nuestro espíritu, con los deseos de nuestro corazón.
En el Sermón del Monte (Mateo 5:28). Jesús nos dice que el que mira una mujer deseándola, ya adulteró con ella en el corazón. Porque cuando la mira con deseos impuros, su corazón, su voluntad, su deseo se inclina hacia ella y quisiera pecar con ella ¡Ya adulteró...!

Así que la pureza debe venir desde adentro, desde los sentimientos y los pensamientos y deseos de nuestro corazón. Y todo aquello que es una mancha en nosotros, aún a nivel de pensamiento, si es fugaz rechacémoslo y dejémoslo pasar. Pero si es un pensamiento que persiste en nosotros y nos asedia, es importante y conveniente abrirme a algún hermano que nos ayude en la guía y la oración

Debemos cultivar una actitud pura en nuestro corazón. Pablo le está recomendando este cuidado a Timoteo en su trato con las hermanas jóvenes 
(1 Timoteo 5:2)

D) El trato con otras personas: Esto incluye a hermanos y a no hermanos, familiares, amigos, conocidos y a aún a los que nos conocen poco ¿Qué imagen tienen de mí? ¿Qué concepto personal dejo entre ellos? Acá también tiene que ir apareciendo el carácter de Cristo. Es donde podrán ver las cualidades de Cristo que Dios está formando en mí: ¿Hay en mí 
respeto - amabilidad - mansedumbre - amor - justicia - responsabilidad ...?

E) Nuestro estado de ánimo o estabilidad emocional: Porque muchas veces las cualidades de carácter aparecen intermitentemente en nosotros. A veces están y a veces desaparecen, indicando que en nosotros no hay estabilidad. No estamos andando en el Espíritu, pues todas estas cosas tienen que ver con el fruto del Espíritu (Gálatas 5:22-23). En el pasaje citado hay una imagen bastante completa de estas cualidades y si vivimos en el Espíritu, estas son realidades permanentes en nosotros.

Puede que en algún momento decaigamos, pero ¿cuál es nuestro estado interior general? Nuestro estado anímico indica esa estabilidad emocional que permanece en nosotros. Esa fe, esa firmeza, ese gozo, esa paz, esa presencia de su Espíritu que viene a nosotros... ¿es ocasional o permanente...? Dios quiere que estas cualidades sean vigentes en todo tiempo, permanentes en nosotros
Nota para terminar esta parte: Debemos tener cuidado, debemos ver nuestra vida actual desde la perspectiva de lo expuesto, que es el plano de mi vida que Dios ha comenzado a edificar y que quiere seguir edificando y construyendo.
¿Quieres saber lo que Dios ya ha hecho en tu vida? Imagínate hoy tu carácter y tu vida si no tuvieras al Señor. A veces miramos a Cristo, miramos su Palabra y decimos ¡Señor, cuánto nos falta! Pero después, si puedo mirar todo lo que el Señor ya ha hecho en mí tengo que decir ¡Gloria a Dios, bendito sea tu nombre! Y si Dios se propuso hacerte como Jesús, el terminará la obra que empezó “hasta que todos lleguemos a la estatura de la plenitud de Cristo”

Terminemos con una nota de gratitud a Dios por lo que ya hizo en nosotros por gracia, por misericordia. Y el ver lo que ya hizo nos anima a seguir. El se propuso tener una Iglesia gloriosa, llena de su gloria ¡Y la Iglesia va a ser gloriosa! Tu y yo somos la Iglesia. Nuestros hogares, nuestras vidas, nuestro carácter serán gloriosos, sin mancha, ni arruga ni cosa semejante ¡ALELUYA!

3) CUALIDADES ESPIRITUALES

Según el estudio de estas epístolas, debe haber tres cualidades espirituales:

A) LA ORACIÖN.

Esta es la primera cualidad que debemos tener y desarrollar, una correcta vida de comunión con Dios.
Observemos 1 Tim. 2:1-8. Luego de los saludos a Timoteo y de expresarle el propósito de su carta y después de dar algún testimonio acerca de su propia vida (1 Tim. 1:13-14), el apóstol Pablo entra en forma específica para comunicar ciertas instrucciones a Timoteo, para que ponga el énfasis donde corresponda y aprenda a conducirse en la casa de Dios.

Esta exhortación inicial está basada en la propia vida de Pablo, él era un hombre de oración. En la gran mayoría de sus cartas, al escribir a los efesios, a los filipenses, a los colosenses, a los tesalonicenses, etc. refleja como oraba por cada uno ellos sin cesar. Él oraba por cada uno, por cada congregación, por cada comunidad. Realmente Pablo tenía una vida muy intensa de oración.
El apostolado, el ministerio, no se realiza sólo enseñando a la gente, sino orando por aquellas personas, grupos y comunidades que están bajo nuestra responsabilidad. La expresión “Ante todo…” está dando preeminencia a la oración, le está dando un lugar prioritario y principal en todo lo que va a decir.
Vayamos, ahora, a 1 Tim. 4:7-8. Aquí aparece la palabra piedad. Es una palabra muy usada en las epístolas pastorales, pero no muy frecuente en el resto de las Escrituras. La expresión: “ejercítate para la piedad…” ha sido la base sobre la cual se ha fundamentado la práctica de los ejercicios espirituales de oración y contemplación a lo largo de los siglos. Tanto en los monasterios, como en la vida de los ascetas, como en todos aquellos que se dedicaban intensamente a la oración, ellos decían: “Ejercítate en esto”.

La palabra piedad en griego es eusebia y está traducida, en la versión popular, como devoción a Dios. Es una palabra difícil de precisar pues tiene una amplitud muy amplia. La piedad es el afecto que Dios tiene hacia nosotros, el amor, la devoción, la predilección del Señor hacia nosotros. Es la buena voluntad del corazón de Dios para con nosotros. Por eso decimos que Dios es piadoso con nosotros y le pedimos que nos trate con piedad.

A su vez, nuestra piedad, tiene que ver con nuestra reverencia y devoción a Dios. Tiene que ver con nuestro afecto hacia Él, con nuestro amor, nuestro gusto, nuestro deleite, nuestra predilección por Dios, por estar en comunión con Él. Piedad es amarle con todo nuestro ser, con todo nuestro corazón, alma, mente y espíritu, con todas nuestra fuerzas. Piedad es ese respeto, esa reverencia, esa inclinación hacia Dios., esa devoción por el Señor. De ahí la palabra devocional.
Pero piedad, además, no se limita a esa devoción a Dios. Porque se entiende que el hombre piadoso, a través de su devoción, está transformado por el carácter de Dios, y a la vez, en su diario vivir, es piadoso con los demás. La comunión con Dios, la afinidad con el Señor, se le ha impregnado ¡Le ha contagiado Dios! De tal manera que él no sólo respeta a Dios, sino también a los hombres, y se comporta entre ellos de una manera digna y especial. Se vuelve afectuoso entre sus semejantes. Esta vida de devoción a Dios se ve reflejada en su vida horizontal de relación. De esta forma, el hombre que se ha ejercitado para la piedad, es un hombre diferente a los demás, ama, respeta a las personas, actúa con misericordia, con buena voluntad, que le viene de su devoción a Dios, de su piedad.

En siglos pasados, hubo un movimiento espiritual, eran llamados pietistas (expresión latina por piedad), porque se dedicaban mucho a la oración. Eran hermanos muy sensibles y muy devotos a Dios. El deleite de su vida era su comunión con Dios (los cuáqueros, los moravos, aún el movimiento metodista, son expresiones de este mover espiritual de los siglos XVII y XVIII)
En la vida cristiana, la verdadera oración y comunión con Dios transforma mi ser. Había un musulmán, un hombre de muchas plegarias, que al llegar su hora de oración, extiende su alfombra hacia la Meca y se pone a orar. De pronto se da cuenta que alguien le piso la alfombra. Se da vuelta, le “larga” varios insultos y lo echa de allí... ¡y luego sigue orando...!

La vida es una sola, pero muchas veces los cristianos tienen más de este mahometano que de un seguidor de Cristo ¡No hay coherencia en sus vidas! La piedad cristiana no es así, es la conjunción vertical y horizontal: la misma devoción hacia Dios y hacia los demás.

Veamos algunos pasajes de las epístolas estudiadas:
¨ 1 Tim. 2:2 : Dimensión horizontal de la piedad como fruto de la devoción a Dios.
¨ 1 Tim. 3: 16 : Aquí se refiere a la piedad de Dios hacia nosotros
¨ 1 Tim. 5:4 : La piedad debe manifestarse hacia los familiares
¨ 1 Tim. 6: 3-8 : Habla de los que han hecho de la piedad, de la religión, un comercio. No llevan a la vida práctica la devoción que dicen tener, no son coherentes. El hombre piadoso está libre de codicias, no tiene amor al dinero, su corazón está en Dios. Esta contento con lo que tiene, dice “¡A quién tengo en los cielos sino a Ti!” No significa abandono o resignación, pero si hay prosperidad, que sea en paz, sin estar afanoso (Proverbios 10:22)
¨ 2 Tim 3:5 : Hombres que tendrán apariencia de piedad, fachada. Tienen la pinta: oran, cantan, llevan la Biblia, hasta parecen que están convertidos, pero son solo apariencia (vs. 2 al 4). No tienen piedad pues no aman verdaderamente a Dios, son religiosos. Su religión nunca producen cambios permanentes en sus vidas, siempre están igual.
¨ 2 Tim. 3:12 La vida piadosa nos traerá persecución
¨ Tito 2:12

Resumiendo, la piedad tiene dos dimensiones: Hacia Dios y hacia los hombres (nuestra conducta hacia ellos) En realidad, si una de ellas falta no hay piedad. Es en realidad, una sola dimensión que envuelve toda la vida. No existe un hombre que tenga verdadera devoción, amor, con respecto a Dios, una vida profunda de oración y no se proyecte a una vida coherente: santa, recta y justa. El piadoso tiene frutos de su piedad. ¡Si no hay frutos no hay piedad!

Volvamos a la oración y al ejemplo de Pablo (2 Tim. 1:3). El oraba por los discípulos sin cesar, noche y día ¡No podemos pasar por alto esto! La comunión íntima con Dios, la oración, tiene que practicarse todos los días en nuestro “cuarto” (Mateo 6:6,11)
Pero además, Pablo pide que oremos en todo lugar (1 Tim 2:8). El orar sin cesar no anula la oración “del cuarto”. Esta última es una oración más concentrada , donde nada ni nadie nos distrae ni nos interrumpe, y estamos en intimidad y en comunión con Dios.

Si no damos prioridad a esta cualidad, no avanzaremos en nuestra formación y desarrollo como obreros del Señor. ¿Cuánto orar? No lo dice el Señor. Pero entendemos que no son cinco minutos, está hablando de orar en secreto, de detenerse en Dios. El Señor quiere llevarnos a una dimensión más concreta, más perseverante en nuestra vida de oración.

Hay cosas que nos atraen, que son nuestro hobby, por el que tenemos afición. Y cuando tenemos un tiempo libre lo utilizamos para eso. Pero cuando estamos enamorados de Dios, mi hobby, mi alegría, lo que llena mi vida, es tener un momento para estar a solas con Dios. En esa comunión íntima con Dios es donde se forman los obreros del Señor. Esa comunión íntima incluye: el escuchar a Dios, el conocerle (en el concepto hebreo del término), es ser tratado por Él. Con la cara descubierta, mirando al Señor somos transformados por su Espíritu Santo. Dios opera en nosotros, a veces con quebrantamiento. Porque ante su presencia, ante su santidad,, nos sentimos indignos, pero el trata con nuestras culpas y pecados, nos las quita, y allí entendemos su amor.

B) AMAR Y ESTUDIAR LAS SAGRADAS ESRITURAS (Salmo 119:97)

Veamos algunos pasajes:
¨ 1 Tim. 4:13-15 : “¡Ocúpate!...” es la exhortación
¨ 2 Tim. 1:5 : La fe no fingida venía de su abuela y su madre
¨ 2 Tim. 3: 14-17 : La ventaja era que desde la niñez había aprendido las Escrituras
Es fundamental para el desarrollo de cada obrero del Señor el tener amor y apego por las Sagradas Escrituras. Es necesario apartarnos para estudiar y conocer su Palabra, valorarla, dedicarse a su estudio... ¡Amarla!
Pablo no despreció la formación de Timoteo antes de su conversión, al contrario, la valoró. El que más conoce la Palabra capta con mayor fundamentación la revelación y la visión, porque conoce las Escrituras.

Una palabra a las madres y a los padres: Demos mayor importancia y valor a la formación de un conocimiento bíblico más profundo. Timoteo fue a un Instituto Bíblico de niño... ¿lo sabían...? Se llamaba “Instituto Bíblico Loida y Eunice” Desde la niñez había conocido las Sagradas Escrituras. Estas mujeres, tanto la abuela como la madre, no habían perdido el tiempo. Y desde muy pequeño le enseñaron e instruyeron en la Palabra, que en ese tiempo era el Antiguo Testamento, y Pablo valoraba eso. Nosotros debemos tomar ese ejemplo. Las madres, que son generalmente las que más tiempo pasan con los niños... Pero también es responsabilidad de los padres. Tenemos que empezar a formar desde la niñez a los obreros del Señor ¡No perdamos tiempo!

Por ejemplo, usar la mesa donde comemos para instruir. Jesús lo hacía. A veces, la agitada vida actual hace que, por los distintos horarios de trabajo y estudio, es muy difícil tener toda la familia junta reunida. Pero al comer... ¡Están todos sentados allí! Y podemos enseñar... No transformamos la mesa en una escuela, hablamos de todo, pero no desperdiciamos ese tiempo ¡Que no sea el culto a los bueyes perdidos! Y podemos usar los hechos cotidianos para un giro formativo basado en las Escrituras.
El enseñar a los niños nos ayudará a ser más claros en la enseñanza, pues a un chico se le debe hablar en forma clara, corta y justa. Sino ellos se aburren...
Ser padres cristianos no es darle a nuestros hijos lo que cualquier buen padre del mundo les da: comida, salud y vestido. Eso es sólo darles el encofrado. Cuando van a hacer un edificio de hormigón armado, lo primero que hacen es el encofrado, ese armazón de madera que luego se llena con el hormigón y que por último se tira. Atender el cuerpo es sólo atender el encofrado. Sólo ocuparse de sus ropas, la limpieza de la casa, de su salud... ¡Cuidado! Eso es parte de nuestra tarea, pero no podemos gastar nuestros recursos (tiempo, dinero, etc.) sólo en eso... Pongamos el hormigón armado. Y ese hormigón armado que edifica y va a perdurar por el resto de sus vidas es la Palabra de Dios, factor fundamental del crecimiento espiritual.

C) TENER UN CLARO SENTIDO DE NUESTRA VOCACIÓN (1 Tim. 6:12)

La vocación se forma al responder al llamado del Señor. Vocación es llamamiento. Todos somos llamados a servir al Señor, todos somos obreros del Señor, pero algunos en función y otros no. ¿Cuál es la diferencia que hace que unos funcionen y otros no...? Es la vocación la que marca la diferencia. Dios nos llamó, y aquel que oye el llamado y responde con entrega, con totalidad, tiene vocación de servir al Señor. Hace del llamamiento su llamamiento. ¿Quién te llamó...? Dios ¿ Estás seguro que te llamó...? No todos al pastorado o al apostolado... pero sí todos al servicio a Dios ¡Necesitamos oír y responder con todo nuestro ser como respondió Timoteo! Cuando hacemos del llamado de Dios nuestra vocación, mi vocación en la vida es servir a Dios ¡Esto es fundamental en nuestro desarrollo!

Muchos hacen lo que hacen porque se lo pidieron los pastores, porque en la congregación se hace esto, o porque lo tienen que hacer. Esto les resultará una carga, no irán demasiado adelante, no se van a desarrollar, se van a agotar. Pero cuando uno dice: “Dios, tú me llamaste a servirte”, esto es mi vocación, el ser como Jesús, tanto en mi carácter, como en mi disposición, este va a desarrollarse en una forma segura.

4) CUIDADOS PERSONALES.

Leamos 1 Tim. 4:16 : “Ten cuidado de ti mismo...”; “te salvarás a ti mismo...” Pablo recomienda a Timoteo el tener ciertos cuidados en su vida:

A) EL CUIDADO DEL CUERPO.

En 1 Timoteo 5:23 vemos a Pablo preocupado por la salud de Timoteo. ¡Cuidado con lo que comemos, bebemos, etc.! ¡Que sean saludables! Debemos tener nociones de una buena nutrición. Nuestra dieta no puede estar gobernada por nuestros gustos, sino por lo conveniente y saludable. Que en nuestra alimentación haya proteínas, vitaminas que fijen las proteínas, pues son necesarias para la renovación de los tejidos. Una dieta rica en frutas, verduras, carnes rojas y cereales.
Vayamos, ahora, a 1 Tim. 4:8. Es poco provechoso el ejercicio corporal. Tenemos que tener cuidado con el culto al físico, o sea el excesivo amor a la estética como en el mundo greco-romano. Pero sí un poco de gimnasia, de correr. También es bueno alguna guía (un libro, un profesor, etc.)
Al leer 2 Tim. 4:13, vemos que Pablo se ha olvidado un abrigo y lo está pidiendo. Él se cuida físicamente para no tener frío. No podemos decir: “Yo confío en Dios...” y depender de esto. ¡Debemos cuidarnos! Una mayor salud nos dará un mejor rendimiento para la obra, sino nos cansaremos rápidamente.
Un poco de gimnasia tiene un sorprendente efecto renovador sobre el ánimo. Diez o quince minutos diarios en casa, por día, nos hará muy bien. También es importante chequeos médicos una vez al año.

B) MANTENERNOS EN BUENAS CONDICIONES EMOCIONALES (Nuestro ánimo)

Evitar las sobrecargas. En la vida hay cargas. Pero hay cosas innecesarias que nos cargan por demás. Y algunos no descargan sus cargas en el Señor. Cuando hay problemas y situaciones difíciles (Filip. 4:6-7) volquemos a Dios estas cargas en oración, ruegos, dando gracias: “Señor, esta situación la pongo en tus manos... ¡Gracias, Señor!”
Leamos 2 Timoteo 2:4. La versión antigua dice: “Se embarazan en los negocios de la vida ...” Los hombres también se embarazan... con muchos problemas... Pablo le dice a Timoteo que tiene que simplificar la vida lo más posible y que no podemos complicar la vida innecesariamente. Ya hay cargas, no compliquemos el cuadro agregando otras sin sentido.
Si estamos muy sobrecargados, estamos haciendo intensamente un montón de cosas, y quedan otras que no podemos hacer... Es que hay en nuestra agenda cosas fuera de la voluntad de Dios (¡cuidado! qué las cosas que quedan sin hacer no sea por mala administración del tiempo). Dios es un Dios de paz, Él quiere que podamos servir, trabajar, descansar. No podemos quemarnos en uno o dos años. Tenemos que ir regulándonos, hay muchos años por delante de trabajo. Corramos la carrera con paciencia (Hebreos 12:1), sin enredarnos con otras cosas (¡Cuidado con las deudas...!¡Nos enredan!). Es importante el uso de la agenda, pues distensiona nuestra mente.
Dios no quiere que nos volvamos locos, que pierdas tu paz, tu gozo, tu alegría de vivir. No pensemos que somos indispensables ¡El único es Dios...! Y vivamos en paz.
Otras cosas que nos ayudarán:
No se ponga el sol sobre nuestro enojo (reconciliación rápida). Esto nos tranquilizará, guardará la paz y el gozo.
Si te ofenden y notás que estás resentido, pedí perdón urgente. Y llenáte de amor y gozo por el otro. No traigas más tensión sobre tu vida
Tengan cuidado con las deudas.

C) DESARROLLO INTELECTUAL.

Leamos 1 Timoteo 4:13 y 2 Timoteo 4:6-7,13. Pablo le dice a Timoteo: “Ocúpate de la lectura...”. Además, ya vé su fin y ni en ese momento afloja. Él podría decir: “Yo ya necesito tranquilidad, quietud, ya terminó mi carrera” ¡No! Él pide los libros y los pergaminos, Pablo seguía estudiando, leyendo, cultivándose. Quince minutos por día dedicado a nuestro desarrollo hará mucho por nosotros con los años.

D) NO PERDER EL TIEMPO Y LAS ENERGÍAS (sino aprovecharlas)

Veamos 1 Timoteo 6:3-5. Pablo le dice a Timoteo: “No pierdas el tiempo, no entres en discusiones tontas, ni con inconversos ni con creyentes” Sólo se pierde el tiempo, nadie se convierte o se edifica con la discusión. Pablo le dice esto a Timoteo, que era un joven y parece que los jóvenes son más propensos a este comportamiento. Si no hay disposición a aprender, si es todo “truco y... quiero retruco...”, entonces evítalo
La misma palabra, evita, se usa en 2 Timoteo 2:16-18, la discusión no funciona. Más adelante (vs. 23 al 25), Pablo le sigue hablando sobre esto: En la contención, en la discusión, no está el Espíritu de Dios.

Si alguien no sabe, yo tengo que dar razones, tengo que explicarles. Pero una vez que lo explico, si él me contradice.... Me callo ¡No perder la energía ni el tiempo con ellos! Si ambos dimos nuestro punto de vista y no coincidimos, podemos hablar una vez más. Pero si el otro, así y todo, no entiende... Quedémonos en paz. Porque si sigo insistiendo ¿No será que quiero imponer mi opinión? Tengo una opinión, pero no puedo ser sabio en mi propia opinión. ¡La insistencia no convence! ¡Ojo en el matrimonio! No insistamos, evitemos la discusión. El siervo del Señor no debe ser contencioso.

Veamos otro pasaje, 2 Tim. 3:1-5. “A estos evita...” Si no quieren cambiar, entonces evítalos. Pablo insiste vez tras vez: “No pierdas tiempo con ellos...”

E) ESTAR LEJOS DE LA TENTACIÓN.

“Huye de las pasiones juveniles (sexuales)” dice en 2 Tim. 2:22.Huir de la fornicación, no andar en el borde, no hacernos los fuertes. Huir de toda tentación, de toda circunstancia que nos lleve a ser tentado. “No nos metas en tentación...” oramos y por eso debemos estar lejos de ella.

No alimentemos nuestras mentes con pensamientos que puedan despertar ideas impuras. No vean nuestros ojos lo que no pueden ver. No estemos viendo en la televisión películas que deshonran al Señor, que no son puras.
Un obrero que cae en inmoralidad sexual hace perder mucho tiempo: su vida, su familia, la obra ¡Cuánto escándalo! Cuanto cuesta formar una vida al nivel del liderazgo ¡Y una caída cuanto retrasa!

Eva estaba cerca del árbol, no estaba en la otra punta del Edén ¡Al diablo le hubiera costado el doble! Primero traerla era y luego hacerla caer.

5) GRACIA MINISTERIAL.

Hay dos cosas para observar en la vida de cada obrero:
1) Su estatura espiritual: Tiene que ver con nuestra calidad de vida, nuestras cualidades de carácter, cualidades espirituales. Todo lo que hablamos hasta aquí.
2) Su gracia ministerial: Que cada uno tiene y debe tener y debe desarrollar. Y en este sentido, hay distintos ministerios, distintos carismas, distintos dones que Dios quiere desarrollar en cada uno de nosotros.

En cuanto a la gracia ministerial podemos analizar los siguientes aspectos:

A) TENER UN ESPÍRITU DE SIERVO (y no de Señor)

El que progresa debe ser el que más sirve. El ministerio no es una carrera profesional o eclesiástica. El espíritu del mundo a veces se mete en la Iglesia y nos empeñamos únicamente en recibir un puesto y ascender.
Jesús nos dice (Mateo 20:28) que los grandes líderes del mundo usan al pueblo para engrandecerse, pero que entre nosotros no deber ser así.
Ministerio significa servicio ( del griego diaconía). Un diácono es un servidor, un siervo. Un ministro de Dios es un siervo de Dios. Cristo dijo: “Yo estoy entre ustedes como el que sirve...”. No vino para ser servido, sino para servir ¡Todos los ministerios son servicios!
Pablo está en el ministerio (1 Timoteo 1:12), en el servicio. Aún, seculármente se usa la palabra: ministerio de salud, ministerio de economía, etc. Esto es un servidor, una función para servir al pueblo, a la comunidad nacional. Ahora, allí se pervirtió, se puede entender, están sin el Señor ¡Pero no en la Iglesia!
En realidad, todos los ministros son diáconos. La palabra diácono se usa en la Biblia en dos sentidos:
En un sentido general, todos son diáconos y todos los ministerios, diaconías.
En un sentido técnico se usa para referirse a los colaboradores de los pastores en muchas tareas en la atención a la comunidad.
En la Biblia, se encuentran muchas veces las palabras: ministro = diácono; ministrar = diaconar; ministerio = diaconía. En este sentido, todos los ministerios de Efesios 4:11 son diáconos, son servidores
Nadie puede entrar en estos servicios sin encarnar el Espíritu del Siervo. Porque lo va a pervertir, si lo mira como escalera de ascenso para su realización personal. Jesús era un diácono: “Estoy entre vosotros como un diácono...”
En 1 Timoteo 4:6 Pablo le dice a Timoteo serás un buen diácono (ministro) de Jesuristo. En 2 Timoteo 4:5 le dice que cumpla su diaconía, tu servicio. Esto se debe enfatizar, porque sino encarnamos el Espíritu del Siervo, pervertiremos la motivación del ministerio. En vez de servir a otros por amor, buscaremos el ser los primeros, alcanzar fama, gloria, o aún peor, usar la piedad como fuente de ganancia ¡Sería trágico, todo se pervertiría!

La ambición por los primeros lugares pervierte el ministerio ¡Tenemos que ponernos el delantal para servir! Cuando los discípulos estaban discutiendo quién de ellos sería el primero, Jesús les dice: El primero será el servidor de todos ¡Ese será el mayor! El primero será el último”

Ejemplo: Un líder vino a preguntar cuál era su lugar, si el primero, el segundo... Eran cinco y él veía que tenía mayor gracia que otros pero que lo resistían. El consejo fue: “¡Vos sos el número último...! Y lo aceptó, y todo el grupo se tranquilizó. ¡¡ Ministros = sirvientes !! “Aquí viene el gran sievo de Dios...” ¡Noooó!

B) DEBEMOS CONOCER Y DESARROLLAR NUESTRO DON O GRACIA ESPEÍFICA PARA EL BIEN DE LOS DEMÁS.

Veamos algunos pasajes:
1 Timoteo 4:14 : No descuides en don, es un don, no hay que jactarse, es una gracia que da Dios
2 Timoteo 1:6 : Aviva el fuego del don de Dios...
2 Timoteo 4:5 : Haz la obra de evangelista, cumple tu ministerio. Pablo está animando a Timoteo a discernir, a afirmar, a desarrollar, a no descuidar el don o la gracia recibida.

¿Cuál es la diferencia entre don y ministerio? El don es lo que Dios me da. El ministerio es lo que hago con el don recibido. La gracia o don es la capacitación que Dios me da para realizar un determinado ministerio. Por ejemplo, si alguien tiene el don de maestro, su ministerio será el de enseñar.

¿Cómo se descubre un don?
1- Sirviendo.
¡Si hay que lavar los platos...! Entre los discípulos infectados por el espíritu de ascenso, nadie se anima a lavar los pies del otro ¿A ver si me reconocen como el encargado de lavarle los pies a los hermanos? Sus aspiraciones son más elevadas. Y así nunca se descubre el ministerio.
Hay que servir desde lo considerado más bajo: limpiar los baños, lavar los platos, poniendo sillas, siendo fiel en lo poco. Allí es donde se nota en nosotros unas fiel y recta motivación.

Los discípulos estaban discutiendo entre ellos quién sería el mayor porque estaban pensando en ellos mismos. ¡Nadie descubre su don “mirándose al ombligo”! Cuando nos olvidamos de nosotros mismos y pensamos en los demás, y hacemos lo que nos venga en mano hacer, descubriremos nuestro don. Jesús pensaba: “¿Quién me necesita? ... ¿A quién puedo servir?”. Los doce pensaban en su ministerio, en ellos mismos... Y no vieron al niño, no vieron su necesidad, y discutían. Jesús lo vio, lo alzó, lo bendijo, y les dijo: “Miren, así deben ser, como un niño” Donde hay una necesidad, allí debo estar ¡Este es el camino! ¡Sirviendo!

2- Por el reconocimiento de otros (Hechos 16:2)
Los hermanos daban buen testimonio de Timoteo. A lo mejor, él no se daba cuenta, pero los hermanos de Listra y de Iconio sí. Él tenía algo... Cuando hablaba algo pasaba, él era un joven tímido, pero predicaba y la gente se convertía. Y se lo reconocía, poco a poco, en su congregación y afuera. ¡¡Otros reconocen!!

3- Por profecía (como en el caso de Timoteo)
Fue afirmado, descubierto o comunicado por profecía ¡Dios también puede revelar ministerios así! (1 Timoteo 4:14)

4- Por crecimiento o por desarrollo
Iniciamos algo y Dios va a ir encaminando nuestras vidas hacia donde Él quiere. No te preocupes, que David estaba perdido en el campo, desconocido e ignorado,, pastoreando ovejas, y Dios quería hacerlo rey. No te preocupes, que no estás escondido para Dios. No hay rincón de la tierra de donde el Señor no te pueda sacar. Si tienes que limpiar baños durante años, no te promuevas a otro puesto, quedate donde estás, siendo fiel en lo poco con responsabilidad y amor ¡No te promuevas a ti mismo! Esto no es una carrera, dejá que Dios te promueva ¡No valen los acomodos! ¡Dios está viendo todo!

Áreas sencillas donde comenzar a actuar:
1- En la evangelización
Todos comenzamos acá, pero con los años, a veces lo dejamos. Veamos algunos pasajes:
2 Timoteo 1:6-9 : “No te avergüences...” Pablo le dice a un evangelista, a uno que reconoce ancianos, que está sobre pastores, en el equipo apostólico, que haga otra vez las cosas del comienzo, sencillas.
2 Timoteo 4:2 : “Timoteo, no te quedes, predica la palabra a tiempo y fuera de tiempo’

2- En la edificación de vidas (discipulado)
Timoteo está involucrado no vidas. Y es importante que nosotros estemos involucrados con esto también. Es un área concreta y específica donde Dios va a ir desarrollando nuestro ministerio. Debemos ser fieles en discipular a otros.
Pablo le dice a Timoteo como tratar a cada uno: A los ancianos, a los jóvenes, a ricos, a las viudas, a los esclavos, a los amos, a todos, porque estaba envuelto en formar vidas. Si estamos involucrados sólo en la organización de reuniones, retiros, eventos, programas, etc. ... ¡cuidado! Todo eso es bueno, pero si es sólo eso... Lo principal es estar involucrado con vidas, cada uno de nosotros debe estar “metido” en la formación de otros. Es lo que hizo Cristo, Pablo, Timoteo, los pastores, todos... Era lo que hacían los que estaban en el cuerpo de Cristo para poder ministrar y servir a los hermanos. “Todo pámpano debe llevar fruto en la vida”(Juan 15:8)

3- En las buenas obras (Involucrarnos en ellas)
Hay muchas referencias a esto en las epístolas pastorales ¡Mucho énfasis! (Ver 1 Timoteo 2:10; 5:10 ; 6:17-19 ; Tito 2:7 ; 2:14 ; 3:8,14)
Buenas obras, vivimos en un mundo lleno de necesidades, aún entre hermanos. Pero en la Iglesia de Jerusalén no había ningún necesitado (Hechos 4:34-35). Pero la responsabilidad de la Iglesia no era sólo abastecer a los de la comunidad. La Iglesia, como Cuerpo de Cristo, no puede autoconsumir. Todos sus dones, todo su tiempo, todos sus ministerios, todo su dinero, todo para adentro de la comunidad. Si es así, estamos mal.

En medio de una sociedad donde hay tantos carenciados y necesitados, enfermos, niños marginados, explotados, pobres, gente que no tiene que comer, que no tiene trabajo, que no sabe trabajar.... ¡La lista es inmensa! El Cuerpo de Cristo debe ser misericordioso y ser un pueblo lleno de buenas obras. Tenemos que transformarnos en una comunidad hacia fuera, en servicio, en buenas obras. El amor al prójimo, el samaritano que ayuda al necesitado ¡Debemos avanzar! Debemos abrir nuestra visión y nuestro corazón, llorar con los que lloran, sufrir con los que sufren. Y poner en nuestras vidas en sacrificio vivo por otros, como lo hizo el Señor. Aquí se desarrollarán una diversidad amplia de ministerios, de diaconados, para hombres y mujeres.

4- En los dones del Espíritu.
Debemos ser canal de bendición para otros. Si nos ponemos en una actitud de verdadero amor, el Espíritu nos quiere usar para tocar a otros a través de los dones, para ayudar, para servir, para edificar, sanar, liberar, orientar, animar, consolar. Cada palabra de ciencia, sabiduría, de fe.... para poder ayudar y bendecir a otros.

NOTA FINAL

Jesucristo está cumpliendo su promesa: “Yo edificaré mi Iglesia” Él está preparando para sí una Iglesia gloriosa y sin mancha. Él quiere edificar tu vida y mi vida pues somos parte de su Pueblo. Su voluntad es que seamos obreros calificados, colaboradores eficientes en su Propósito Eterno.

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