¡Y SE ABRIERON LAS ESCRITURAS!

Por Ángel Negro. “Desde los días de Juan el Bautista hasta ahora, el reino de los cielos sufre violencia, y los violentos lo arrebatan”. Mt.11.12 Cuando comenzó el mover de Dios en Argentina, éramos atraídos por la gloriosa presencia del Señor. Era como un imán celestial. Fue muy soberano, muy de Dios, Él lo hizo. No fue por oración o intervención humana. Las señales más visibles que se manifestaron en medio nuestro fueron: la sencillez para recibir el bautismo en el Espíritu Santo, la adoración y el amor. Sonaba el acordeón y ya se levantaban las manos sin que nadie dijera nada. En la casa de Darling nadie presidía. La obra del Espíritu corría por todo el país como reguero de pólvora y en todas las denominaciones. Como fuego en pasto seco en tarde de verano. Se sucedían los encuentros y retiros por todo el país. Comenzaron los conflictos con las denominaciones. Muchos fueron expulsados y otros tuvieron que irse. Tres veces tuve que comparecer ante el “sanedrín” de los Herma...